ADIOS A OAXACA!
Oaxaca, un paraíso en el sureste de México,
una gran riqueza en su tierra, en sus recursos naturales, en su flora y su fauna,
en sus productos del campo, en su gran variedad
que han dado fama a su industria gastronómica, con el talento de su
gente, grandes pensadores, grandes artistas, miles de artesanos con sus manos expertas
unidos a sus costumbres y tradiciones que dan alegría y belleza en sus colores pero
unidos también en una abismal desigualdad que los mantiene sometidos a dictaduras
y opresiones de sus dirigentes,
gobernantes y líderes, presencia de sus grandes Señores que los gobernaban en
el pasado, sometidos a una evangelización
llena de errores aprovechados por sectas e Iglesias contrarias a la milenaria Católica
que los ha olvidado y que vino con el conquistador para oprimirlos y parte de un país cuyo
gobierno hace esfuerzos por despojarlos de sus riquezas sosteniendo su gran
desigualdad evitando que prosperen en sus recursos como el subsuelo lleno de
agua pero que en la gran ciudad no tienen para beber, en sus campos, antes
graneros de México, hoy no abastecen ni siquiera el estado, en una industria turística
que solo beneficia a unos cuantos, en una industria cafetalera que solo
beneficia a grandes empresas como la Nestlé y con un sistema educativo que a
pesar de la brillantes de sus alumnos, sigue siendo una bolsa sin fondo que en
nada ha mejorado ni a ellos ni a sus maestros que
ante la desconfianza de sus gobernantes, aún se resiste a ser evaluados
aunque la evaluación en sí, sea una de las mejores armas para acabar con la corrupción
de plazas y trabajos burocráticos que debería de ser aplicada no solo a ellos,
sino a toda la burocracia como lo hacen en algunos puestos de contadas
instituciones que hoy por ser empresas supuestamente desligadas del gobierno, tienen el
derecho y la obligación de hacerlo y ¿porque no? una evaluación a sus
gobernantes, a sus colaboradores, a sus ediles y síndicos, a sus jueces en
todos sus niveles y eliminado la ley del fuero hoy ley de la impunidad, y someter
a todos ellos a elección popular para que las administraciones publicas sean
verdaderamente federativas y no solamente grupos de poder unidos a la corrupción.
Bueno, estos son solo buenos deseos para el próximo año, ya que por haber
pasado la navidad, no pudo hacerlo en una carta a Santa Clos.
¡Hermoso Oaxaca, tan lejos de
Dios y tan cerca del diablo y sus diablitos! Te llevo en mi corazón y
siempre te recordare como parte de mi experiencia terrenal.
¡FELIZ AÑO
2016!
Nota.
Seguiré publicando fotos en esta página.